En 1789 el rey Luis XVI de Francia mandó a prohibir el ingreso del tercer estado, el estado llano, vale decir los representes del pueblo al salón donde se celebraba la Asamblea de los Estados Generales convocada por el mismo monarca.
El conflicto surgió cuando los diputados del Estado Llano, demandaban que las votaciones fueran por cabeza y no por estamento. La nobleza y el clero tenían mayoría de votos y no querían perder su privilegio.
El Estado Llano, excluido de la Asamblea de los Estados Generales decidió reunirse en una cancha de pelota o de tenis en Versalles y allí, hicieron el juramento de no separase mientras emitían una constitución.
Ese acto está considerado como el primer paso decisivo en el derribamiento de la monarquía y el inicio de la Revolución Francesa.
Algo muy similar ha ocurrido el día de ayer, 28 de octubre de 2025, en nuestro país, cuando la mayoría de los diputados del Congreso Nacional a quienes por medio de una barrera de la policía nacional se les negó el acceso a las instalaciones del Congreso.
Los diputados que acudían a una sesión autoconvocada porque el Congreso tenía más de dos meses de no sesionar, optaron por trasladarse al parque de la Merced, donde hicieron el juramento de no separarse y defender la Constitución y la expresión soberana del pueblo, representada por los diputados al Congreso Nacional.
La sesión autoconvocada resolvió prorrogar el período de sesiones del Congreso hasta el 20 enero de 2026 e impedir que una ínfima minoría prepotente pretendiera asumir los poderes del pleno por medio de una comisión permanente en la víspera de la celebración de las elecciones generales.
Hay que recordar que, una vez iniciada la Revolución Francesa, Luis XVI perdió la cabeza por oponerse a la voluntad soberana del pueblo.
Es claro que el presidente de la República no deja de ser presidente por el hecho de no estar en la casa de gobierno, como tampoco pierden su condición de magistrados los miembros de la Corte Suprema de Justicia porque actúen fuera del edificio donde celebran sus sesiones habitualmente.
Expresado de modo popular “el traje no hace al monje ni las estrellas al general”
¡Dios salve a Honduras!
Carlos López Contreras










